El 15 de agosto de 1805 hace 220 años, Simón Bolívar se reunía con su maestro, camarada y concejero Simón Rodríguez, otro adelantado a su época. El Monte Sacro en Roma (Italia), fue testigo de ese encuentro, donde el joven Bolívar decidiría su futuro y el de su país.
Allí el Libertador había decidido que “no daría descaso a su alma”. Su objetivo era la lucha contra la dominación con determinación y responsabilidad, no detenerse un instante hasta no lograr la meta deseada, incluso a costa de su propio bienestar.
Es increíble: Simón Bolívar con una infancia sin madre y padre, luego del fallecimiento de su cónyuge María Teresa Rodríguez del Toro, escasos 22 años, una fortuna que podía hacer lo que quisiera: escogió sacrificarlo todo por la libertad de Venezuela y parte de Latinoamérica.
Igualmente, en pleno siglo XXI es increíble que existan connacionales que se dediquen a vender la patria al imperio estadounidense. Las/os “vendedores”, nunca han seguido el ejemplo del Libertador Simón Bolívar. (Prensa Ipasme / Gustavo Tovar Mijares / Foto / Archivo).