El médico José Gregorio Hernández nació en Isnotú, estado Trujillo el 26 de octubre de 1864, desde muy joven se dedicó a desarrollar una labor humanitaria y a trabajar en el campo de la medicina. Es considerado un santo por la población venezolana.
Su legado se mantiene intacto en la memoria de los fieles que lo veneran, ya que, a lo largo de su vida, dedicó su trabajo a los más necesitados, además de tener un enfoque en la medicina preventiva. En el año 2021 fue beatificado por la Iglesia Católica.
Reconocido por su compasión y servicio a las comunidades; sobresalió como profesor en diversas materias novedosas, luego de culminar su carrera profesional en medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Con sus estudios en bacteriología y parasitología en el instituto fundado por él, formó a jóvenes disciplinados, como fue el caso de Rafael Rangel.
En su naturaleza de virtudes, el médico de todos, mantuvo la humildad, la comprensión y la justicia. Se preparó para atender a los enfermos con vocación de servicio y esto le permitió un mayor alcance a su trabajo. (Prensa Ipasme / Luis Miguel Hernández / Foto / Archivo).