El 4 febrero de 1992 con una sola palabra comenzó el derrumbe de la mal llamada democracia representativa (los representaba a ellos, los mismos destructores del país). El “por ahora”, retumbó a los oídos de los venezolanas/os y vieron que todavía existían hombres dignos, como el líder comandante Hugo Chávez Frías.
Ese heroico pueblo del Libertador Simón Bolívar concibió que empezaba su reivindicación; el proceso histórico encabezados por soldados patriotas. Los daños de los gobiernos corruptos y criminales de la Cuarta República no se repetirían más, el país se enrumbaría hacia mejores derroteros.
Ya se gestaba la unión cívico-militar, que acompañaría al comandante Chávez en su elección, del “por ahora” de 1992 a su elección limpia y transparente de 1998. No pudieron frenar esa avalancha liderada por el Comandante Supremo y su pueblo.
En el Trigésimo Segundo Aniversario del 4/F, el amor con amor se paga sigue vigente a pesar de la desaparición física de un ser humano que solo dio amor y desprendimiento. El presidente obrero Nicolás Maduro Moros sigue dando cátedra de cómo se maneja un país. (Prensa Ipasme / Gustavo Tovar Mijares / Fotos/ Archivo).