La madrugada del 23 de enero de 1958 amaneció de golpe, la dictadura de Marcos Pérez Jiménez llegaba a su fin; una unión cívico-militar terminó con la opresión dictatorial, al pueblo le duraría poco la alegría. El Pacto de Punto Fijo acabó con tan gloriosa gesta.
Lo que pasó después producto de tan nefasto pacto fue peor que la dictadura perejimenista. Inhabilitaciones de partidos políticos, torturados, desaparecidos allanamientos de viviendas, empresas y periódicos, todo lo que no le convenía a la “democracia representativa”, bajo las órdenes del imperialismo yanqui.
Terminando el siglo XX, apareció la figura del Comandante Supremo Hugo Chávez Frías y su Revolución Bolivariana. Intentaron terminar con el sueño del pueblo, en el año 2022 con un golpe de estado. Pero la unión cívico-militar apareció de nuevo, esta vez con más impulso y más energía.
La dictadura se fue hace 66 años. La Junta Administradora del Ipasme junto a sus trabajadoras/es, hacen votos para que los enfrentamientos entre hermanos no se repitan.
El 23 de enero generó una tiranía de dos partidos, y ni siquiera de dos partidos de cogollos de dos partidos, una tiranía de caudillos civiles. Hugo Chávez Frías. (Prensa Ipasme / Gustavo Tovar Mijares / Foto / Archivo).